Unos premios MAX con acento femenino

Ayer asistí a la XX gala de los premios Max en Valencia y todos pudimos tomar nota de la dimensión del teatro español, un orgullo que podemos disfrutar en cada ciudad de España a pesar de gobiernos sin ningún modelo cultural a medio-largo plazo, con leyes entre recaudatorias y punitivas; sin un reconocimiento mínimo a la profesión, a su especificidad laboral. Fue precisamente a los creadores y autores -con acento femenino- a quienes se dedicó la gala.

Premios MAX

En España, para crear hay que practicar un deporte de riesgo, al contrario que en países como Francia o Canadá, que sí respetan y apoyan a sus escenas.

Los creadores deberían arriesgar y desafiar con sus textos, con sus ideas, ampliando y enriqueciendo los límites de nuestra imaginación. Pero no deberían arriesgar su dinero, su sustento ni su vida. Por eso estamos intentando desarrollar en el Congreso un Estatuto del artista que reconozca y acompañe a nuestros artistas. Os recomiendo que, al respecto, sigáis de cerca el trabajo de mi compañero Eduardo Maura.